viernes, 31 de diciembre de 2010

El Madrid se abona al ridículo ante el Barça


Nueva fiesta azulgrana ante un Real Madrid que no fue rival en ningún momento (95-75). Otra debacle blanca y ya van demasiadas. La salida en tromba del equipo de Xavi Pascual 'mató' el partido de inicio. Messina sigue sin encontrar la manera de hacer daño al Barcelona.

El Real Madrid se presentaba en el Palau Blaugrana como líder de la ACB y tras vencer al Caja Laboral en el siempre complicado Buesa Arena. Enfrente un Barcelona aparentemente inferior al del año pasado, asolado en los últimos meses por una plaga de lesiones. Así el equipo blanco llegaba con renovadas ilusiones, pero se vuelve a la capital de España con la cabeza gacha después de un nuevo batacazo ante el eterno rival.

El factor psicológico fue de nuevo la clave del partido. El Real Madrid se atenaza ante el Barcelona y los jugadores parecen peores de lo que son, justo lo contrario que le ocurre a los azulgranas que salen con una enorme confianza en sus posibilidades y ve el aro blanco como si fuera una piscina. El equipo de Xavi Pascual salió en tromba y con un parcial inicial de 22-5 dejó el Clásico prácticamente sentenciado. El Barça no dejaba al Real Madrid ni levantar la mirada del suelo.

Messina vuelve a naufragar y es que después de once partidos ante el Barcelona era de esperar que uno de los mejores técnicos de Europa supiera como parar al eterno rival, pero se ve que aún necesita más 'pruebas' para encontrarle debilidades al equipo de Xavi Pascual, un grupo que juega de memoria. Cayeron por 34 puntos en la Supercopa de España y en el primer enfrentamiento ACB la diferencia se ha quedado en 20.


Protagonistas inesperados

En el Barça brillaron dos 'secundarios', Grimau y Lakovic con 13 y 17 puntos respectivamente demostraron la riqueza de la plantilla azulgrana. Ni siquiera hace falta que Ricky Rubio firme un buen partido para acabar sin problemas con el Real Madrid. El que siempre está y eso que era duda antes del partido es Juan Carlos Navarro, la 'Bomba' volvió a demostrar que los blancos son su rival preferido y acabó con 14 puntos. Hasta siguió jugando tras un golpe en la nariz que le mandó directamente a vestuarios, pero tardó poco en volver ante la ovación de un rendido Palau Blaugrana.

Los aficionados azulgranas volvieron a disfrutar en un partido ante el Real Madrid, lo que empieza a convertirse en una costumbre, hablemos de fútbol o baloncesto. En definitiva un partido sin historia, que se movió siempre en diferencias entre el +15 y el +25 para el Barcelona y que solo valió para sacar una conclusión: Messina no encuentra recursos para competir de igual a igual ante el Barcelona. Al final de la pasada temporada la solución estaba clara, el Real Madrid necesitaba un alero alto para plantarle cara a los azulgranas y en verano llegó Carlos Suárez. Un año después el ex colegial ha firmado su peor partido desde que está en el equipo blanco y eso sin el 'ogro' Mickeal enfrente, demostrando que el Real Madrid necesita algo más para acabar con la dictadura culé.

Por Roberto C. Rascón.

Crónica publicada en http://es.eurosport.yahoo.com/

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