Escribo sentado frente a mi ordenador en esta fria tarde de sábado. Reflexiono sobre la debacle mundialista del jueves. Tema que gracias a los controladores aeréos ha durado menos de lo imaginado y es que ya nadie se acuerda de Villar y su discurso, de los ocho votos seguros que al final fueron siete, ni de los malditos petrodólares que se llevan los mundiales a Rusia y Qatar. Sin embargo, se trata de la segunda decepción de estas características en menos de un año. Si hace nada en Madrid se lloraba porque los JJ.OO del 2016 viajaban a Río de Janeiro, hoy la culpable de todas las lágrimas vertidas en la Península Ibérica es Rusia. Y es que España se quedó sin Mundial y ahora solo queda soñar con volver a intentarlo para el 2026, bonito sueño aunque suene demasiado lejano. ¿Que por qué escribo esto? Lo hago porque todos vosotros sabreís que tanto el Mundial de Fútbol como los Juegos Olímpicos son las dos competiciones más importantes a escala planetaria. Pero ¿cuántos sabeís cual es el siguiente evento en la lista? Y si digo que se celebrará el año que viene en Nueva Zelanda y la pasada edición, en 2007, se disputó en Francia y la ganaron los Springbooks (Sudáfrica). ¿Alguno más sabe de que hablo verdad? Ahí va una última pista muy cinematográfica para los menos puestos en el tema. En 2009 se estrenó una película sobre la figura del gran lider sudafricano Nelson Mandela, que traía como telón de fondo un deporte que unió a toda la sociedad del país acabando con el Apartheid. "Invictus", se llamaba la película y en ella aparecía Matt Damon interpretando a François Pieenar, capitán de los Springbooks, recibiendo la copa de Campeón del Mundo de las manos de Mandela (Morgan Freeman). Hoy 15 años después Sudáfrica vuelve a tener en su poder la copa y el próximo mes de Septiembre la pondrá en juego en el Eden Park de Auckland ante toda una pleyade de grandes aspirantes. ¿Sabeís ya de que estoy hablando...?
Es la Copa Mundial de Rugby.
20 paises, 15 jugadores por equipo, casi dos meses de competición y un balón ovalado como medio de juego reunirán a millones de personas ante la televisión para ver como estos feroces guerreros se disputan el trono del mundo ovalado, en un torneo internacional que reune a los mejores y más preparados jugadores de ambos hemisferios (Norte y Sur) en la pequeña Nueva Zelanda. Un deporte que implica caballerosidad, fuerza, honor e ilusión y que cada cuatro años se convierte en el centro de la actualidad aprovechando el vacio dejado por el fútbol.
Está será la septima edición de la Copa Mundial de Rugby un tornéo que comenzó a disputarse en el año 1987. Nueva Zelanda acoge la competición por segunda vez en su historia, tras compartir organización con sus vecinos australianos precisamente en el 1987 y sobre el papel parte como máxima favorita al título, junto a Australia, Sudáfrica y Francia. La composición de los grupos que ya se conoce desde hace tiempo es la siguiente:
Grupo A: Nueva Zelanda, Francia, Tonga, Canadá y Japón. Tanto franceses como neozelandeses deberían pasar con facilidad a la siguiente fase, aunque Tonga dará guerra. Canadá y Japón se jugarán el no quedar última de grupo.
Grupo B: Argentina, Inglaterra, Escocia, Georgia y Rumania. Los Pumas, terceros en la pasada edición, intentarán demostrar que su nivel de rugby sigue siendo mucho mejor que el que se practica en Europa. Por su parte Inglaterra, nunca puede ser descartada y Escocía, aunque no se encuentra en un buen momento,tiene un buen XV. Rumania y Georgia serán meras comparsas.
Grupo C: Australia, Irlanda, Italia, Rusia y Estados Unidos. A priorí el grupo más fácil. Australia, tras el nivel mostrado en su reciente gira por Europa, no debería tener problemas para ser primera. Irlanda con toda seguridad será segunda, Italia tercera y Rusia, la única selección debutante, se jugará el farolillo rojo con los estadounidenses.
Grupo D: Sudáfrica, Gales, Fiji, Namibia y Samoa. El D, es el grupo más igualado. Sudáfrica será primera pero el segundo puesto se disputará en una lucha encarnizada entre Fiji y Gales que puede caer de cualquier lado. Namibia debería quedar última.
A poco menos de un año, los equipos disputan amistosos y giras para probar sus XV pero las pruebas de fuego serán el VI Naciones y el III Naciones donde se pondrán las cartas sobre la mesa y los favoritos darán a conocer al resto su potencial. Por lo visto hasta ahora el Mundial se antoja espectacular, esperemos que los pronósticos se cumplan.
Por Alejandro Salguero.
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