Si algo prosigue a la celebración de la última noche del año es el inicio de uno de los rallys más famosos y peligrosos del mundo: el Dakar. Esta carrera encarna el espíritu de la aventura en todos sus aspectos. Cientos de kilómetros a bordo de un coche, camión, moto o quad a través de desiertos, terrenos pedregosos e inhóspitos parajes durante jornadas de horas y horas.
Durante quince ediciones la carrera siguió la ruta original, pero a partir de 1994 se modificó a lo largo de las ediciones siguientes. Varias ciudades europeas como Lisboa, Barcelona, Marsella o Granada fueron el escenario donde se dio el pistoletazo de salida en algunas ediciones del Dakar. Tradicionalmente disputado por tierras africanas y con un final clásico en el Lago Rosa, el rally fue transportado a Sudamérica en 2008 tras amenazas terroristas realizadas por Al Qaeda.
Este cambio tan importante en el recorrido del Dakar pareció el fin de la carrera como tal y de su espíritu, ya que entre otras cosas no tendría sentido continuar llamándolo Dakar. Pero nada más lejos de la realidad. El nombre se mantuvo reafirmándolo como una marca de una gran competición. Además estas tierras argentinas y chilenas son unas nobles sustitutas a los kilómetros disputados en Mauritania, en el desierto del Sáhara y en el resto de territorios por los que circulaba la carrera en África.
En esta edición de 2011 el Dakar comienza y acaba en la capital argentina: Buenos Aires. Los organizadores de la carrera destacan la variación de contrastes que se encontrarán los pilotos a medida que devoren los kilómetros con sus máquinas. Éstos experimentarán el paso por grandes dunas de arena, por mesetas próximas a la cordillera de los Andes, cañones, ríos, etc. El desierto de Atacama, con sus dunas de arena y su larga extensión, vuelve a ser uno de los platos fuertes en esta edición venidera.
Uno de los grandes lastres y que genera críticas para la organización de la carrera es el número de muertos que conlleva la misma. Ya no sólo se trata del fallecimiento de pilotos (veinte desde su primera edición), también hay que lamentar la muerte de ciudadanos de localidades por las que trascurre el rally, mecánicos y periodistas que acompañan el desarrollo de la prueba.
En la categoría de coches, España cuenta con un único ganador: Carlos Sainz, que se hizo con la victoria en la edición de 2010. En motos el bagaje es más positivo: tres campeones de la carrera. El primero fue Nani Roma en 2004, al que le siguió Marc Coma repitiendo primer puesto en 2006 y 2009.
Jamás se hubiera pensado que de la experiencia vivida por un piloto perdido se construyera una prueba deportiva de tal envergadura. Y es que, el piloto francés Thierry Sabine se perdió con su moto por tierras de Libia en 1977 en el recorrido del rally Abidjan-Niza y decidió convertir esta experiencia en una competición. El 26 de diciembre de 1978 este intrépido piloto consiguió reunir a 182 pilotos para recorrer 10.000 kilómetros de aventuras, siendo la edición de 1979 la primera del Dakar.
Por Javi P.T.
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