Un deportista sin límites

Manolo Santana, Ángel Nieto, Joaquín Blume, Federico Martín Bahamontes, ‘Paquito’ Fernández Ochoa abrieron el camino, dando vida y color a esa España en blanco y negro del franquismo. Sus triunfos deportivos fueron hechos esporádicos en un país atrasado en todos los aspectos, por ello sus éxitos eran como una flor en medio del desierto. Con la llegada de la democracia y el paso de los años surgieron nuevos ídolos como Miguel Indurain, Arantxa Sánchez Vicario, Carlos Saínz, Fermín Cacho, etc. España empezaba a situarse en el mapa deportivo mundial, pero aún necesitaba un último empujón que le situara en la élite. Los JJ.OO de Barcelona en 1992 fueron ese impulso final que nuestro deporte necesitaba. Los beneficiarios de todos los progresos que generó la celebración de dicho evento en suelo español son los aficionados españoles que ven como todas las semanas deportistas como Rafa Nadal, Fernando Alonso, Pau Gasol, o Andrés Iniesta los inundan de alegría.

Me gustaría detenerme en uno de esos deportistas que nunca deja de sorprendernos con sus hazañas. La edad de oro que vive el deporte español ha provocado que cada pocas semanas surja el debate: ¿Quién es el mejor deportista español de todos los tiempos? La mayoría coincide en un nombre, Rafa Nadal. Los éxitos del manacorí son indiscutibles y solo se puede aplaudir ante la garra y el talento del tenista español. Pero hay otro español, que en un país lejano sigue haciendo historia cada noche, madrugada para nosotros, y no es otro que Pau Gasol. El de Sant Boi tiene un palmarés que nada tiene que envidiar al de Manacor, pero no parece disfrutar del mismo reconocimiento. Quizás tenga que ver con la dificultad que conlleva seguir con regularidad la NBA desde nuestro país, con el limitado protagonismo del baloncesto en la mayoría de los medios o con su condición de catalán, que sigue generando recelo en ciertos entornos sobre el compromiso de los deportistas nacidos en dicha zona; aunque también puede ser que todo sea una percepción mía. El ánimo no es enfrentar a Pau Gasol y Rafa Nadal, grandes amigos además, sino reivindicar que el baloncestista está junto al tenista en el Olimpo de los deportistas nacidos en España.

 

Campeón del Mundo y MVP, campeón de Europa y MVP, plata en los JJ.OO de Pekín, doble ganador del anillo de la NBA, Rookie del Año, tres veces All-Star y suma y sigue. El inicio de temporada del ala-pívot español no ha podido ser mejor, sus números son escandalosos y ya se postula como candidato a MVP, un reto a priori imposible, pero, ¿hay algo que Pau no pueda conseguir? 23,4 puntos, 10,8 rebotes y 4,8 asistencias, estas son las estadísticas del jugador angelino después de ocho partidos disputados. Tras ganar su segundo título de la NBA derrotando a los Boston Celtics en una eliminatoria durísima, Pau Gasol decidió no acudir con la selección española al Mundial de Turquía. Una decisión difícil para él, que no pudo compartir con sus compañeros un verano más, para la propia selección que firmó su peor actuación de los últimos años y para los aficionados que vieron como la selección campeona del mundo no podía pasar de los cuartos de final tras un estratosférico triple de Milos Teodosic.

Ese parón veraniego le ha venido muy bien al de Sant Boi, que ha vuelto con las pilas cargadas para el duro año que le toca vivir si quiere alzarse con su tercer anillo. Gasol cuenta ya con 30 primaveras y retrasar su declive depende solo de él. Los aficionados españoles tendremos que acostumbrarnos, porque o mucho cambian las cosas o ya solo veremos a Gasol con la selección en los JJ.OO de Londres en 2012. Pau lleva conviviendo muchos veranos con sus compañeros de selección y él debe ser el primero que lo pase mal a la hora de tomar esta decisión, porque quien no quiere pasar un verano haciendo lo que más le gusta y al lado de sus amigos. Por ello dudar de su compromiso está fuera de lugar, no olvidemos que Gasol fue uno de los ‘Juniors de Oro’ que se hicieron consecutivamente con el Europeo (Varna 98’) y el Mundial (Lisboa 99’) de la categoría y que desde entonces no han dejado de darnos alegrías. Felipe Reyes, Juan Carlos Navarro, Berni Rodríguez, Carlos Cabezas, Raúl López, José Manuel Calderón (que se perdió el Mundial de Lisboa por lesión) junto con Pau Gasol abrieron una etapa dorada para el baloncesto español derrotando en la final a la todopoderosa EEUU. Diez años después esta prodigiosa generación está llegando a su ocaso y a los aficionados al deporte en general y al baloncesto en particular, solo nos queda agradecimiento por estos maravillosos años en los que un grupo de ‘colegas’ convirtieron en posible lo imposible, quedándose a unos pocos ‘pasos’ de derrotar a EEUU en la final de los JJ.OO de Pekín, en uno de los mejores partidos de la historia del baloncesto.

Por Roberto C. Rascón. @rcrascon