lunes, 24 de enero de 2011

El hombre que superó a Joaquín Blume.


    He de confesar que nunca he sido muy seguidor de la gimnasia y menos de la masculina, qué a mi eso de ver a un tío dando volteretas en un tapiz me parecía cuanto menos aburrido. Hoy, aunque no sea lo mio y prefiera escribir sobre otros temas como el fútbol o el ciclismo me toca escribir de gimnasia y lo hago con orgullo y devoción para rendirle pleitesía al único deportista (hombre) español que ha sido doble campeón Olimpíco (de salto). Una persona sencilla, un pequeño gran hombre que esta tarde dice adios a su carrera profesional con un merecido homenaje por parte del Consejo Superior de Deportes. Desde Rasa y Al Pie nos unimos también a la corriente con nuestro pequeño tributo a la figura de Gervasio Deferr.

Gervasio Deferr Ángel, nació en Premía del Mar (Barcelona) el 7 de Noviembre de 1980. Con tan sólo 5 años, hoy tiene 30, comenzó a dar sus primeros pasos en la gimnasia deportiva. Unos pasos que poco a poco irían afianzándose hasta que a los 19 logra su primer gran éxito internacional con la medalla de plata en suelo en el Campeonato del Mundo celebrado en Tianjin (China). Tan solo unos meses después, repetiría medalla en la misma modalidad en el Campeonato de Europa de Bremen. Con las credenciales de subcampeón mundial y europeo en suelo, Deferr se presentaba en Sidney, para competir en los Juegos Olímpicos, como uno de los máximos favoritos al oro, sin embargo falló en la final y no pudo alzarse con el título. A los pocos días se resarciría de la mejor forma posible logrando la medalla de oro en la final de salto, prueba en la que no contaba entre los favoritos, medalla que le dió a conocer en nuestros país y le otorgó gran fama.

    "Gervi" estaba en la cresta de la ola, era el Campeón Olímpico de salto, un joven de 20 años que tenía éxito y reconocimiento. Siguió compitiendo y alcanzando nuevos logros, en 2002 reeditó el subcampeonato Mundial en suelo (su gran disciplina) en Debrecen y parecía que todo iría a pedir de boca en años futuros pero en el 2003 llegó el gran mazazo. Dió positivo por consumo de canabis en una competición en Francia, él mismo reconocería que se fumó un porro en una noche de fiesta y eso fue un error. Deferr cayó del pedestal en el que estaba subido y la gente comenzó a dudar de él, pero Gervasio estaba hecho de otra pasta. Cumplió su sanción y regresó a lo grande de nuevo revalidando su título de Campeón Olímpico en salto en Atenas, aunque en suelo volviera a fallar.

   
     Era su segunda medalla de Oro, algo que ningún otro atleta español había logrado antes (sí una mujer Theresa Zabell), lo que le convertía en un mito para el deporte español. Gervasio ya más maduro aún tuvo tiempo 4 años más tarde de cumplir su sueño de lograr un metal en suelo. Se presentó en los Juegos Olímpicos de Pekin en 2008, defendiendo su título en salto (que no logró mantener) y que cambío por una medalla de plata en suelo. 3 medallas en 3 Juegos Olímpicos diferentes, algo al alcance sólo de los elegidos y que aumentó aún más su leyenda.

    Ahora poco más de 10 años después de su primer oro Gervasio dice adiós. Atrás deja la gloría que le acompañará en los años venideros, una gloria que no se ha visto enturbiada por sus 2 positivos por canabis (el segundo en 2009) y un reconocimiento por parte del mundo del deporte español, sin duda merecido. El hombre que hizo olvidar a Joaquín Blume y que llegó más alto que él, se despide dejando huerfana la gimnasia española y ocupando su lugar en el Olimpo del recuerdo junto a Blume.

Por Alejandro Salguero
Twitter: salguerito88

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