Todas las miradas del panorama ciclista estarán puestas mañana por la tarde en Lungomare de San Remo. El mar de Liguria será testigo de la resolución del primer "monumento" del año, la "clásica de primavera". La Milán - San Remo.
Casi siete horas de esfuerzo aguardan a los doscientos valientes que se citan con el recorrido tradicional de la primera gran clásica italiana del año. Una ruta que ha ido perdiendo carácter sorpresivo con los años -parte de culpa la tiene la cada vez mejor preparación de los sprinters para superar las cotas- y cuyo foco máximo de atención se centra casi exclusivamente en el famoso Poggio di Sanremo, a menos de siete kilómetros del final. Siempre habrá quien lo pruebe en la Cipressa, pero sus posibilidades de victoria serán remotas, casi nulas.
Ese recorrido extremo, para fondistas, casi trescientes kilómetros, muchos bordeando la costa mediterránea, le viene como anillo al dedo a Óscar Freire. En la ciudad italiana del canto guarda el de Torrelavega algunas de sus mejores actuaciones y tres triunfos. El último, el año pasado, en un sprint interminable y pleno de potencia al que ni Bennati ni Boonen pudieron replicar. Su estado de forma no deja lugar a dudas, Freire está en el buen camino. Dos triunfos en la Vuelta a Andalucía -en Córdoba y Antequera- dan fe de ello. Si bien es cierto que en la Tirreno - Adriático apenas ha aparecido, reservándose en los finales, gastando lo menos posible, nadie mejor que él para llegar en óptimas condiciones a la cita italiana. Mario Cipollini, antaño rival del cántabro, así lo ha plasmado en Cyclingnews.
Freire, pletórico, en su victoria del año pasado |
Rivales no le van a faltar al dorsal número uno de la prueba. Y menos cuando se trata de una carrera tan cotizada como la San Remo. Boonen tiene entre ceja y ceja ganar en el Lungomare Italo Calvino, lo mismo que Bennati, que de ganar mañana daría al Leopard - Trek una victoria de muchísimo postín. El estado de forma de Cavendish y Pettachi es inescrutable. Por un lado, el británico no está todo lo centrado que alguien de su calidad debiera para aspirar a superar la Cipressa primero y luego el Poggio. De Pettachi habrá que estar atentos a cómo le afectan la tos y los problemas en los bronquios.
Como siempre, habrá que andar ojo avizor con Gilbert y Cancellara. El valón, tras su victoria en la Montepaschi Strade-Bianche, ha cuajado una buena Tirreno, pero no perfecta. Reventó por el ritmo impuesto por Scarponi y Cunego en Chieti, se impuso al día siguiente en Castelraimondo tras un poderosísimo sprint, y llegó con los mejores al complicado final de Macerata. Por lo que respecta al suizo, cumplió con los pronósticos y se adjudicó la crono final, pero dejó también buenas sensaciones en el durísimo muro de Chieti. Los dos son ciclistas capaces de dar lo mejor de sí mismos en los escenarios de mayor renombre. Si aparecen, habrá ciclismo del bueno.
Scarponi, Nibali y Visconti querrán ser protagonistas en el Poggio y a buen seguro tratarán de acelerar la marcha. Si el siciliano decide jugársela en el enrevesado descenso, el espectáculo estará asegurado. Quién sabe si podría emular a Séan Kelly, vencedor en 1992 tras una espeluznante bajada. Por nombrar a otros nombres que seguro estarán entre los mejores, habrá que estar atentos a Boasson Hagen, al errante Pozzato, al prometedor Sagan y al trío del Garmin - Cervélo. Hushovd, Farrar y Haussler son enemigos de un potencial enorme, pero lo que ganan en conjunto podría desvanecerse si cualquiera de los tres mira exclusivamente por sí mismo.
Fran Ventoso está cuajando un gran inicio de temporada |
Aparte de Óscar Freire, el arsenal español de opciones se completa con Flecha (empezó quinto el sprint del año pasado pero fue finalmente 18º), Vicioso y los dos velocistas del Movistar: Fran Ventoso y J.J. Rojas Gil. Por desgracia, una nueva lesión de Koldo Fernández -operado de la clavícula y la muñeca- ha minado toda opción del Euskaltel para la carrera. Muy mala suerte la del sprinter vitoriano, al que año tras año le sigue faltando la continuidad precisa para dar ese salto de calidad que dejan entrever sus cualidades. Lo mismo en el caso de Rubén Plaza, lesionado de gravedad en la Vuelta a Murcia tras una terrible caída en el descenso de la Cresta del Gallo. Son las peores noticias para el ciclismo español en este inicio de temporada tan prometedor por las buenas sensaciones de nuestros equipos, referencia como siempre en el ciclismo mundial. Mañana a media tarde podríamos hablar de la primera gran victoria de la temporada. Freire tiene en su mano igualar a Bartali y a Zabel con cuatro victorias. Auguri, Óscar.
PD: recomiendo leer este artículo sobre el primer "cántabro" ganador en la Classicissima.
PD2: Quedan seis días para el día 24, fecha tope para que la UCI decida apelar o no la resolución del caso Alberto Contador.
Por José Martínez
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