domingo, 27 de febrero de 2011

Sirope de Arce

24 de enero de 2011. La Hisense Arena despide en pie a una de las sensaciones del torneo. Testigo de esas sorpresas tan características del primer major de la temporada, el público australiano reconoce el mérito de un veinteañero que ha alcanzado una meta meta solamente conocida por los campeones: disputar siete partidos bajo el abrasador sol ‘aussie’. Tras ceder ante un sólido Ferrer -empedernido lector de servicios- en los octavos de final de su segundo Grand Slam, Milos Raonic abandona Melbourne, entre meditabundo y esperanzado, con un pensamiento en la cabeza. ‘’Tengo mucho que aprender del partido de hoy y de estas dos semanas de experiencia. Lo mejor de todo es que no estoy demasiado lejos de este nivel en una base de semana a semana’’.


Reflexión que no demoraría demasiado en demostrar su certeza. Sin permitirse un respiro y tras recorrer medio mundo en apenas 15 días hasta llegar a Norteamérica pasando por Sudáfrica, el canadiense siguió avanzando metros al lograr la complicada empresa de dar continuidad a una tendencia repentina, tal vez inesperada.

Tras verse destronado en la final de San Jose, Verdasco elogiaba las virtudes de su reciente verdugo. "Tiene un buen potencial y cuenta con uno de los mejores servicios, además juega muy agresivo desde la línea de fondo. En los momentos en los que necesita jugar sólido, lo hace". Frescos aún en la memoria los cuatro puntos de set desperdiciados en el tiebreak del primer parcial (6-2 arriba el madrileño)  que no harían sino prender la mecha de Tennessee.

Superado de nuevo por el canadiense en el torneo de Memphis, apenas dos días más tarde, la tercera raqueta española contempló la posibilidad de que la impotencia de una tarde californiana pudiera llegar a interpretarse como un cambio de roles en una jerarquía, aunque nunca antes testada, supuestamente establecida. Fuera loas. ‘’Para mí no han sido partidos reales. Espero jugar pronto ante él en tierra batida para enseñarle lo que es jugar al tenis, con intercambios, carreras y no sólo servicio’’. Por caprichos del calendario, pudieran ser tomados por órdenes los deseos de Fernando. Español y canadiense podrían volver a verse la caras en el torneo de Barcelona, donde Raonic ha confirmado participación y donde, al igual que en San José, Verdasco defiende corona.

Precisamente sobre arcilla, superficie donde Milos apenas cuenta con la experiencia de un puñado de partidos en torneos de categoría Futures, es donde su entrenador, Galo Blanco, espera seguir puliendo el diamante. ‘’No hay una cosa en la que se tenga que obsesionar. Quizá en saber cómo jugar al tenis, en cuanto a ser más ordenado. Lo va a aprender en cuanto juegue en tierra batida’’ comenta el técnico asturiano acerca de un suelo inherente a la resistencia física.

En el salto al movedizo terreno tal vez la tremenda fortaleza de sus piernas, un desarrollo anatómico que no pasa desapercibido, suponga una lección avanzada. ‘’De cintura para abajo puede que sea el jugador más fuerte que he conocido’ comentaba Mardy Fish tras la semifinal de Memphis. A un servicio demoledor –lidera tanto la clasificación de aces (303), como el promedio de puntos ganados con primer saque (81%)- acompaña un derecha y revés abrasadores, un juego de pies trabajado y  un desplazamiento depurado dados sus 196 centímetros. Pospisil, su habitual pareja de dobles, posee una visión retrospectiva  en este sentido ‘’Ha trabajado mucho en el juego de pies y en todos los aspectos del desplazamiento. Hoy, sus movimientos son más naturales’’.



La variedad es la seña de identidad de su servicio. A pesar de la amenazadora impronta, ostenta no sólo un dechado de potencia, sino una completa gama velocidades, direcciones y efectos. ‘’Cuenta con todo el catálogo, nunca he visto nada igual’’ comentaba Fish tras claudicar ante la riqueza estilística de Milos en la semifinal de Memphis.

A pesar del portento físico que es actualmente, el margen de mejora parece amplio. Parcialmente cubierto todavía por vestigios de anatomía adolescente, queda mármol por pulir hasta conformar un auténtico David al servicio del tenis. Fortalecer un torso y unos brazos ya bautizados a fuego –con un desgarro pectoral y una lesión de hombro- debe ser la pauta para completar un amenazador rompecabezas. ‘’Aún debe desarrollar su tren superior, y asusta pensar que eso sucederá algún día’’ cerraba Fish.

Si bien la versatilidad técnica es un activo valioso en el deporte, la materialización del talento es garantía eventual del éxito. Dar continuidad a esa materialización, con el componente mental implícito en el ejercicio, distingue a los grandes jugadores de los grandes campeones. Raonic presenta un abanico amplio de argumentos en pleno desarrollo, ha demostrado su capacidad para ponerlos en práctica con relativa regularidad y cuenta con la ilusión del que empieza para seguir mejorando.

A pesar de los elogios de su entrenador –afirmando que tiene potencial de top 10- mantiene los pies en la tierra, mostrándose sabedor de que cuatro semanas no hacen a un jugador.  ‘’Para llegar a ubicarte entre los 10 mejores del mundo en el tenis no es posible acceder a esos puestos sólo con chispazos, tienes que jugar todo el año a un elevado nivel, eso hará que me coloque entre los mejores del mundo’’.

Consciente de la repentina expectativa generada a su alrededor y de la tantas veces demostrada eventualidad del éxito, evitar que mañana sea hambre el pan que hoy alimenta es la máxima. El trabajo da frutos con más trabajo, sin volver la vista atrás para contemplar la senda pisada. ‘’No quiero ser el jugador del momento, quiero ser considerado un jugador con gran carrera’’ afirmaba el tenista al anunciar que no disputaría el torneo de Acapulco.

De momento, en apenas cinco semanas, este estudiante de finanzas que compagina los estudios con su “prioridad’’, ha firmado segunda semana en Grand Slam, un título ATP 250 y una final en ATP 500 donde tan solo dobló la rodilla ante uno de los mejores match points que se recuerdan. Numerosas trayectorias son cerradas con bagajes más cortos y larguísimo es el trecho que le queda por recorrer al canadiense.

Tras una primaria pincelada frente a Ferrer sobre el pesado cemento de Melbourne, pendiente queda en la libreta tomar apunte sobre su papel ante consumados restadores capaces de cuestionar la iniciativa en el intercambio, absorber el poderío ingobernable de su primer impacto y testar firmemente su consistencia en la construcción del punto. La arcilla será el escenario paradigmático para contemplar esta escena.

Habiendo mostrado incipientes destrezas traspasada la línea de fondo, amén de una potencialmente prometedora cobertura de pista por la definición de su amplia envergadura, la volea, el resto y, sobre todo, las bolas bajas, dada su vertical de 196 centímetros, se presentan como los principales retos a superar en las pistas más rápidas del circuito -ni por asomo las de San Jose, Memphis o Melbourne-.

Hace apenas unas semanas jugaba el cuadro de clasificación en Melbourne Park con la ilusión de poder disputar el Abierto de Australia. Actualmente es el jugador con el mejor ranking de la historia del tenis canadiense, tiene garantizada la entrada directa en casi cualquier torneo y grandes opciones de ser cabeza de serie en Roland Garros. Tras convertirse en el primer jugador de 1990 en levantar una corona ATP, tiene apenas 379 puntos por defender hasta el final de la temporada y ganado el respeto de buena parte del circuito.

21 de febrero de 2011. Siquiera un mes después de los aplausos recibidos en Melbourne, Memphis le despide con honores haciendo un tal Andy Roddick de maestro de ceremonias ‘’De alguien que ha visto a muchos jugadores…tienes un futuro muy brillante’’.

Por Álvaro Rama
twitter: alvarorama



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