El deporte y la vida tienen estas cosas. Quince años llevaba la sección de baloncesto del Real Madrid sin meterse en las semifinales de la Euroliga. Desde 2003 no lo hacía su hermano mayor, el del fútbol, con la Champions League. Y ha tenido que ser en la misma semana, en un intervalo de dos días, cuando ambos regresaran a la élite, a estar entre los cuatro mejores equipos del continente.
Los jugadores del Madrid celebran el pase a la Final Four de Barcelona | Afp |
Cierto es que en el fútbol aún falta por disputarse el partido de vuelta de los cuartos de final, pero el 4-0 cosechado en Chamartín le ha restado toda importancia, convirtiéndolo en un trámite. Ésa es la realidad y el resto son milongas de lo políticamente correcto, que ya nos invade cada rincón de la existencia. Jamás se remontó un resultado así en la máxima competición europea y no parece que vaya ser esta vez cuando se consiga la heroica, habida cuenta del abismo futbolístico que separan a un equipo y otro (pese a que también quisieron vendernos la moto de lo buen equipo que era el Tottenham, de lo difícil que pondría las cosas y bla bla bla). Así que no: el Real Madrid ya está en semifinales.
Y es que comenzaba a ser preocupante la trayectoria del equipo blanco en ambas disciplinas. La cantidad de temporadas consecutivas acumuladas siendo incapaz de competir al máximo nivel amenazaba con relegar al rey de Europa a un segundo plano, tras décadas siendo la referencia absoluta. Ya en la Liga de Campeones había pasado a estar en el segundo grupo de equipos, dejando de ser cabeza de serie. La crisis tenía visos de convertirse en algo estructural, pese a que la rentabilidad económica se mantenía. Al final, en dos días, se han borrado de un plumazo los malos augurios, el madridismo se ha despojado del pesimismo y la resignación que empezaba a invadirle y ya vuelve a disfrutar viendo a sus equipos triunfar por Europa.
Cristiano Ronaldo celebra su gol contra el Tottenham el pasado martes |
El destino juguetón ha querido, además, adornar la ocasión con algunos detalles que ponen el morbo y los alicientes que tanto nos gustan a los que vivimos el deporte. En baloncesto, la Final Four tendrá lugar en Barcelona, nada menos. La sede que acogerá la vuelta del Real Madrid a los altares del basket no podía ser otra que la ciudad del eterno rival. "A Barcelona, nos vamos a Barcelona", cantaban anoche los jugadores blancos al término del partido en la Caja Mágica. Si la ocasión ya de por sí era especial, que el escenario donde se desarrolle vaya a ser la ciudad condal lo hace aún mejor. La F4 de este año tiene pinta de ser histórica. En baloncesto, la temporada parecía encaminada a un paseo triunfal del Barça, que empezó arrasando en la Supercopa, continuó dando muestras de su extraordinario poderío jornada tras jornada en la ACB, tuvo el primer momento de éxtasis cuando ganó la final de la Copa del Rey al Madrid y parecía escrito que el colofón lo pondría luchando por ganar la Copa de Europa ante su afición, en su ciudad. Pero el Panatinaikos se cruzó en su camino y cambió el guión por completo, que tomó ayer definitivamente otro color cuando el Madrid eliminó al Power Electronics y se coló en la Final Four. ¿Conseguirán los blancos su novena Copa de Europa en casa de su adversario deportivo por excelencia? El destino es muy muy muy juguetón...
El otro detalle morboso del despertar europeo del Madrid lo encontramos en el fútbol. Los quince días que separan el partido de Liga contra el Barça en el Bernabéu y el de vuelta de las semifinales de la Champions que con toda seguridad disputará contra el eterno rival, serán inolvidables y pasarán a la historia del fútbol: 4cuatro Clásicos en poco más de dos semanas. Unos 'playoffs' futbolísticos en toda regla, en el que se medirán los dos mejores equipos del momento. Será un acontecimiento tremendo, que recordaremos de por vida, seguramente unos para bien y otros para mal, porque ya sabemos que el destino es juguetón y no creo que tenga reservado un salomónico reparto de triunfos...
Ahora tenemos por delante un mes de lo más intenso, unas semanas que pasarán a la historia del deporte y que tenemos la suerte de poder vivir. Que lo disfrutemos.
Por DAVID MARTÍNEZ GARCÍA (@davidmartinezg)
No hay comentarios:
Publicar un comentario