Comienza el segundo proyecto de José Mourinho al frente del Real Madrid. Altas, bajas y duros entrenamientos se llevan toda la atención durante la pretemporada. Ahora que el Real Madrid 2011-2012 echa a andar, es un buen momento para hacer balance de la temporada anterior. El primer año del portugués al frente del equipo blanco estuvo plagado de luces y sombras. Por un lado, la conquista de la ansiada Copa del Rey ante el Barcelona y por el otro, la eliminación en semifinales de la Champions ante, quién si no, el Barcelona. El definitivo regusto agridulce lo dejó la proclamación del equipo azulgrana como campeón de Liga. Barça y Madrid, Madrid y Barça, ambos omnipresentes, son los conjuntos más fuertes del continente y un año más, se disputarán los títulos.
¿Cuál es el mayor problema del Real Madrid de Mourinho? El Barcelona. Los azulgranas son una máquina perfecta, mientras el Madrid sigue buscando su identidad. El propio Mourinho defiende que sus equipos ofrecen su mejor versión en el segundo año y es consciente de que otra Copa del Rey no será suficiente botín para la exigente afición madridista. No vale otra cosa que destronar al Barcelona conquistando Liga o Champions. Para ello, Florentino Pérez le ha dado todos los caprichos. Incluso ha eliminado a su escudero, Jorge Valdano, con el que el entrenador mantenía una tirante relación. El ex director deportivo ejercía de parapeto del presidente, protegiéndole de las críticas de aficionados y prensa, ahora Florentino queda solo ante el peligro y si las cosas van mal, tendrá que decidir entre él o Mourinho.
El técnico portugués cuenta así con plenos poderes y se convierte en el único responsable de la parcela deportiva. Una decisión que demuestra la confianza ciega que Florentino tiene hacia su entrenador, ignorando el daño que hace a la imagen del club situar a Mourinho como única cabeza visible. Desde la llegada del de Setúbal, el Real Madrid ha visto como su imagen se deteriora progresivamente. Su actitud desafiante, su lengua afilada y sus continuos ‘piques’ le han granjeado numerosos enemigos entre los clubs y las aficiones rivales. Aunque el señorío del Madrid no solo está en entredicho por la actitud de Mourinho. Mención especial merece la acusación de ‘dopping’ al Barcelona, porque si ese asunto se filtró desde el club estamos ante un caso de extrema gravedad.
El máximo mandatario también le ha concedido a Mourinho una plantilla a su medida, con la llegada de jugadores de clase media muy del gusto del entrenador. El fichaje de Neymar sería el único capricho que se concedería a si mismo Florentino, poco acostumbrado a que otros le digan lo que tiene que hacer. Los mimbres para hacer una gran temporada están dispuestos y si los éxitos prometidos no llegan, se empezará a cuestionar el trono de Mourinho al frente del banquillo blanco. Hasta ahora la afición blanca profesa al entrenador portugués una devoción casi mesiánica, pese a que el juego del equipo durante la pasada temporada no fue brillante. Si este año el equipo sigue sin desplegar buen fútbol y los títulos no llegan, todo el fervor que rodea a Mourinho se evaporará. Y es que el fútbol no tiene memoria.
Por Roberto C. Rascón. @rcrascon
No hay comentarios:
Publicar un comentario